Ella que hablaba al oído de los animales ....

¡Y no! No sólo Robert Redford tiene el "don" de susurrar al oído de los caballos.

Todos tenemos este "don" en nosotros, que no es un don, sino una capacidad para relacionarnos con los animales y la naturaleza.

Como ves, vamos a hablar de comunicación animal.

Para los más escépticos, deben saber que desde hace más de 150 años se realizan investigaciones científicas sobre la telepatía -porque sí, hablamos de telepatía cuando hablamos de comunicación animal- y validan este fenómeno en el que intervienen las ondas cerebrales.

Falsas creencias sobre la comunicación con los animales

La comunicación animal, también conocida como comunicación intuitiva, es objeto de muchas creencias, totalmente erróneas.

Aquí tiene algunas de ellas:

1ª creencia: Hay que tener un don para hacerlo

Nada más lejos de la realidad.

Todos tenemos la posibilidad y la capacidad de hacerlo conscientemente, porque ya lo haces, sino inconscientemente.

Como prueba...

¿No te parece extraño que cada vez que tienes que llevar a tu gato al veterinario, por ejemplo, y meterlo en su caja de transporte, de siempre te estás siguiendo, pero no puedes encontrarle ?

Los experimentos también han demostrado la conexión de un perro con su dueño:

Tras colocar cámaras en la casa, se pidió a varios dueños de perros que volvieran a su casa a distintas horas.

Y gracias a las cámaras, se descubrió que los perros empezaron a moverse hacia la puerta principal al mismo tiempo que sus dueños se ponían en camino.

¿Coincidencia? ¡Imposible!

De hecho, nuestros animales leen constantemente nuestros pensamientos, lo que a veces dificulta la comunicación consciente con ellos.

2ª creencia: es mediumnidad :

¡No!

Una vez más, no se trata de leer el futuro, sino simplemente de descodificar las señales que nos envía nuestro animal y que utiliza para comunicarse con los demás animales de la casa.

3ª creencia: hay que conocer el lenguaje del animal

¡Así que no! No existe el lenguaje "perro" o "gato" o "castor" o lo que sea... pero eso te lo explico luego ;)

Entonces, ¿cómo funciona en la práctica?

Lo que hay que saber es que el cerebro de nuestros animales funciona en ondas Alfa cuando están despiertos y en ondas Theta cuando duermen.

Entonces nuestro cerebro razona en imágenes.

Cuando eres un bebé, captas tu entorno primero en imágenes y sensaciones físicas, luego aprendes a poner palabras a lo que ves, después a lo que sientes, etc.

Para comunicarse con un animal, es exactamente lo mismo.

Te comunicas con "imágenes" y "sentimientos" que tu cerebro puede interpretar en palabras y sonidos.

Así pues, la comunicación es un intercambio de imágenes y sensaciones, tanto físicas como emocionales, entre usted y su adorable bola de pelo (o plumas).

Algunos comunicadores "oyen" lo que el animal les comunica o "ven" las palabras en su cabeza, además de sentir emociones y sensaciones físicas.

Personalmente, tiendo a ver, oír y leer en función de "con quién" me comunico.

Y en cuanto a cualquier comunicación, tendrás que "avisar" a tu animal de que deseas entrar en contacto consciente con él... porque te recuerdo que lee tus pensamientos permanentemente (tenemos cerca de 75 000 al día) y habrá que indicarle que ahí, lo que le envíes como imagen o sentimiento, sea tenido en cuenta.

Entonces, tendrás que ponerte en onda alfa (que puedes alcanzar cuando haces meditación, por ejemplo, o hipnosis) para poder iniciar una comunicación con tu bola peluda o emplumada.

Se puede aprender, requiere entrenamiento para hacerlo conscientemente, pero créanme, ¡todos son capaces de hacerlo!

Además, ¿alguna vez has tenido la intuición

que su gato o perro o caballo o loro, etc., no estaba bien o corría peligro?

no estaba bien o en peligro?

¡Seguro que sí!

Lo que ocurre es que vivimos en una sociedad que no fomenta este tipo de aprendizaje.

No nos enseñan a confiar en nuestra intuición y, menos aún, a imaginar que los animales y la naturaleza (árboles, lugares, flores, etc.) pueden tener mensajes que transmitirnos... ¡y es una pena!

¿Qué tal me ha ido?

Por último, te contaré cómo me ocurrió a mí :)

Cómo se produjo mi primer contacto consciente pero involuntario con un animal... y eso que no soy clarividente, ni médium, ni estoy dotado de un don particular.

Fue con mi gato Titounet, hace ya 5 años.

Había dejado a mi perro Hanoa en la peluquería que estaba al lado de una gran tienda de comida y accesorios para mascotas.

Como llegué un poco pronto, la peluquera me pidió que esperara fuera de la vista de mi pulga, que se agitaba al verme.

Así que me fui a dar una vuelta por esta gran tienda, aprovechando para comprar más croquetas.

Al final del pasillo había una especie de caja, con 2 compartimentos y tapa de rejilla, en la que por un lado había 3 adorables perritos y por el otro 5 no menos adorables gatitos (4 rojos y 1 blanco y gris).

Mientras elegía las croquetas, oigo en mi cabeza "Sácame de aquí".

Me levanté de un salto, miré a mi alrededor y vi que nadie me había dirigido la palabra.

Sigo rebuscando en la estantería cuando vuelvo a oír "por favor, sácame de aquí".

Y todavía nadie cerca de mí.

Mi intuición me guía hasta esta caja que veo, y allí descubro con asombro a los gatitos, de los cuales los 4 pelirrojos estaban profundamente dormidos, y mi pequeño blanco y gris, con los ojos muy abiertos, metido en una cuchara entre sus hermanos de galera.

Por supuesto, ¡pensé que me estaba volviendo esquizofrénico! ¡O víctima de mi imaginación!

Pero la insistencia y la profundidad de la mirada de quien se convertiría en Titounet, no me dejaron ninguna duda sobre "quién" acababa de hablarme.

Este cofre pertenecía en realidad a una asociación protectora de animales.

Me saltaré los detalles, pero cuando me puse en contacto con la veterinaria encargada de las adopciones, ¡me sorprendió que me desaconsejara adoptar a mi Titounet!

Razón: ¡es agresivo y peligroso!

Después de insistir mucho, aceptó que lo cuidara "pero no enseguida, me dijo, porque tiene una coriza y hay que tratarlo antes de confiártelo".

En aquel momento no me di cuenta, pero en realidad no lo había tratado antes, sencillamente porque tenía previsto practicarle la eutanasia... eso es lo que me dijo Titounet después.

Pasan 2 semanas y todavía no hay luz verde para ir a recuperar a este gatito, vuelvo a la tienda a verlo y allí, oigo "sácame de aquí rápido, no duraré ni un día más aquí".

Vuelvo arriba a por un transportín y vuelvo a la sala de espera del veterinario a por mi Titounet.

Tras muchas negociaciones, finalmente accedió a dármelo, pero insistió en que adoptara otro.

Y es un gatito muy pequeño, de apenas 1 mes (al contrario de lo que me dijo) el que llega a mi casa y hace la alegría de Choupie, que acababa de perder a su compañero de juegos.

De hecho agresivo y peligroso, es un gato mimoso y cariñoso que simplemente estaba aterrorizado y perdido sin su mamá y muy preocupado ante la idea de morir ¡tan joven!

Como ves, no necesitas ser vidente ni tener un don especial...

Cualquiera puede hacerlo, con práctica por supuesto.

Cada día doy gracias a Titounet por haberme abierto a esta posibilidad.

Desde entonces, por supuesto, me he formado con varios profesionales y practico regularmente con mis animales, pero también con animales de la naturaleza, abandonados y adoptados.

Espero que este artículo le haya dado ganas de abrirse a este maravilloso mundo... Nuestros animales tienen mensajes que transmitirnos, una filosofía de vida que merece ser escuchada.

Un maravilloso día para ti